Paschi es tradición peruana, con una apuesta que nos traslada a la selva amazónica, los andes y la costa de Perú.

La comida gourmet y los miniplatos del Ochenta Grados convencen a todos los que los prueban, tanto por su variedad como por su sabor.

Los camareros pasan cada pocos minutos con bandejas de algún pincho y se acercan a tu mesa a preguntarte si quieres probarlo. En el caso de contestar afirmativamente, te lo dejan en la mesa y lo apuntan en una pequeña hoja que también se encuentra en la mesa. Si no, en breve vendrá otro camarero con otro pincho.

El local cuenta con una acogedora sala decorada con mimo y tiene también una extensa terraza en la que disfrutar de una buena comida al sol.