Burundanga

Fecha: 16 de enero de 2013 – Actualizado: 9 de marzo de 2023
Hace unos meses la policía detuvo en Madrid a dos hombres acusados de violar a sendas mujeres después de haberlas administrado burundanga o escopolamina, la droga de la pérdida de voluntad. Son muchos los casos conocidos del uso de esta peligrosa droga por todo tipo de delincuentes, pero sobre todo de índole sexual, y aunque en España se conoce menor número, estas prácticas provenientes de Colombia y Venezuela son cada vez más alarmantemente numerosas.
Drogar para someter
Por Alma Borge.
Todo comienza cuando uno de los dos hombres invita a una chica a tomar café para hablar sobre ordenadores, y cuatro horas más tarde la víctima despierta desnuda en un descampado sin recordar cómo y por qué ha llegado hasta allí.
Tina Alarcón, Presidenta del Centro de Asistencia a Mujeres Violadas de Madrid ha alertado recientemente del aumento de casos de jóvenes agredidas de ésta manera a través de la inconsciencia temporal que produce la burundanga.
“Tenemos muchos casos de víctimas que despiertan desnudas en un descampado o en casa del desconocido, y que más tarde nos enteramos que han sido drogadas con un estupefaciente que proviene de Colombia y es conocido como burundanga, que además por desgracia deja muy pocos residuos en sangre”, nos comenta.
En este sentido, Tina también nos alerta de la complejidad de estos casos ya que los servicios sanitarios no suelen realizar los informes médicos necesarios para localizar la droga, y una vez llegado el juicio no hay testigos, ni pruebas, solo la palabra de uno contra el otro. En los últimos dos años Tina nos cuenta que los casos han ido en aumento, sobre todo en ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla. Además, de unas 300 mujeres que atienden anualmente en su centro, cerca de 15 son las agredidas con burundanga. Tina nos alerta de la problemática del desconocimiento generalizado que existe sobre los efectos de la escolopamina o burundanga: los restos en sangre duran apenas unas horas, por ello la importancia de acudir a un centro médico y demandar que les realicen las pruebas pertinentes, tanto de fluidos como de burundanga si se tiene sospecha de que han utilizado la droga para cometer el delito. Es muy importante saber que muchas de las mujeres que han sido agredidas sexualmente no denuncian por miedo y vergüenza, y Tina nos cuenta que se han dado casos de mujeres agredidas por burundanga sin prueba médica de existencia de la droga, lo cual ha hecho que en el juicio el acusado pueda reconocer que ha mantenido relaciones con la víctima pero que han sido consentidas, ya que no hay signos de lucha. Por eso mismo se sospecha que sean más numerosos los casos de este tipo de agresiones de lo que se cree, ya que a la reticencia habitual a denunciar, se suma el miedo a no ser creídas o incluso a que en el juicio se le dé la razón al violador. De ahí lo indispensable de hacerse las pruebas médicas necesarias para poder terminar con esta terrible práctica.
La situación en Colombia: los orígenes
El Ministerio de Asuntos Exteriores Español recomienda al visitar el país que se tenga cuidado con esta droga, y avisa en su web al viajero que extreme las precauciones si viaja solo. Se recomienda tener especial cuidado cuando alguien le pregunta con un papel en mano una dirección, o le ofrece un cigarrillo o bebida, ya que la burundanga afecta ingerida o inhalada. Allí su uso se extiende a robos, asaltos a domicilios, secuestros, etc. Además, suele utilizarse en lugares públicos como autobuses y bares: cualquier lugar puede ser susceptible para la narcotización. Es también la sustancia conocida como “suero de la verdad”.
La Asociación Colombiana de Medicina Interna nos explica los orígenes de esta droga en su manual de urgencias:
El nombre popular burundanga tiene origen afrocubano y significa bebedizo, brebaje o sustancia usada con fines delictivos. No hay una sustancia específica considerada como burundanga, se le ha denominado así a cualquier hipnógeno capaz de controlar una víctima con el fin de cometer ilícitos. Se sospecha el uso de diversas sustancias para tal fin, como son gases paralizantes posiblemente a base de éter o cloroformo los cuales se administrarían inicialmente a la víctima desprevenida, adicionando luego escopolamina y/o benzodiazepinas y/o fenotiazinas en dulces, gaseosas, licores, etc. Además se administra con mucha frecuencia burundanga a víctimas que han consumido previamente bebidas alcohólicas lo cual hace más difícil determinar cuál o cuáles sustancias son las responsables del estado de intoxicación aguda en que llega el paciente al servicio de urgencias.
Así pues sabemos que la burundanga en sí es realmente cualquier sustancia que actúe como hipnógeno capaz de someter la voluntad y que provoque una amnesia total transitoria. La escopolamina es el segundo nombre popular de la burundanga, pero es la sustancia llamada escopolamina extraída de diverso tipo de plantas la que se está utilizando en la actualidad en nuestro país con objeto delictivo.
Las culturas precolombinas de los Andes fueron las primeras en utilizar la planta de la que surge la burundanga (o su sustancia clave: la escopolamina). En Perú, fermentada y agregada a otras sustancias, era la vía para comunicarse con los Dioses a través de una semihipnosis y, en Colombia estaba en manos del chamán para el tratamiento de enfermedades. Se cuenta además que la planta viajó antes de la II Guerra Mundial hasta la Alemania nazi, donde el doctor Menguele (más conocido como “el ángel de la muerte”) llegó a experimentar con ella.
Desgraciadamente no sólo los indígenas, nazis y agentes de la CIA conocen su misteriosa efectividad hipnotizante, también los delincuentes están usándola, causando estragos en la sociedad mundial y cada día más en España.
La escopolamina, sustancia de la burundanga
Es un alcaloide que se encuentra en diversas plantas en la familia de las solanáceas como el beleño blanco, burladora o borrachero, la mandrágora, escopolia y brugmansia principalmente. Es una sustancia afín a la “atropina” que se puede encontrar en la belladona, árbol que es nativo de Centro América y que produce parálisis muscular. Es también conocida como curare, y su uso se remonta a tribus indias que la utilizaban como veneno en sus flechas. Es una droga muy tóxica que se usa en cantidades ínfimas para algunos tratamientos médicos, pero su uso debe ser exclusivo para medicina bajo control profesional. Su uso indiscriminado es un gran peligro que hay que parar a toda costa, ya que una sobredosis de esta sustancia puede causar delirio, parálisis, psicosis, convulsiones, depresión severa, pérdida de conciencia, coma, e incluso, la muerte.
La burundanga o escopolamina actúa de una forma rápida, y una vez ha entrado en el organismo actúa durante 1 o 2 horas y después se va eliminando de manera relativamente rápida, lo que la convierte en el arma perfecta para el violador ya que deja unas huellas difícilmente identificables en la víctima.
La escopolamina se comenzó a utilizar a principios del siglo XX, siendo mezclada con morfina para que los partos no resultasen tan dolorosos por el efecto que causaba, ya que la madre despertaba después del mismo plácidamente sin recordar el sufrimiento de dar a luz: ni dolor físico, ni ansiedad, todo había sido como despertar de un sueño. Pero provocaba efectos depresores en los bebés recién nacidos, por lo que pronto se dejó de utilizar en estos casos. Además, es tóxica en dosis muy pequeñas: tan solo 100 mg en adultos y 10 mg en niños.
¿Cuáles son sus efectos?
La escopolamina actúa como depresor del sistema nervioso central, además de provocar otros síntomas periféricos:
• Sus efectos en el sistema nervioso central: cuando es absorbida por el organismo, lo primero que produce es una pasividad completa en el sujeto, que le dota de una actitud de “automatismo” ya que recibe y ejecuta toda serie de órdenes sin ningún tipo de oposición, su voluntad queda inutilizada y además desaparece la memorización de los hechos ocurridos. Esto es lo que la hace una droga tan apetecible para todo tipo de malhechores que ven en la burundanga una especie de panacea para hacer de su capa un sayo. Bloquea los procesos mentales ligados al aprendizaje y a la memorización, además de producir en dosis altas el coma e incluso la muerte, y en dosis medias excitación psicomotriz, desorientación del sujeto, alucinaciones o delirios y cierta agresividad.
• En cuanto a los síntomas de índole periférico, se sufre dilatación de pupilas y disminución de su reacción a la luz, y disminuye también las secreciones glandulares (produciendo sequedad de boca y sed, dificultando también el habla y la deglución). Afecta a la visión haciéndola más borrosa e incluso provocando ceguera transitoria, y en la piel provoca un enrojecimiento característico debido a la vasodilatación. Para personas con problemas de corazón es ciertamente muy peligrosa, ya que puede producir en numerosos casos taquicardia, arritmias cardiacas, fibrilación, además de insuficiencia respiratoria y colapso vascular, llegando a la muerte.
El efecto máximo se alcanza cerca de las 2 horas, y se metaboliza de forma rápida, como una enzima, apenas el 10 % es excretado por el riñón; es por ello que resulta tan importante el realizar un diagnóstico rápido y eficaz en caso de sospechas de haber sido asaltado mediante esta sustancia. La base para diagnosticar el uso de la burundanga en un paciente es un minucioso examen físico y un interrogatorio intensivo y al detalle a la víctima, centrándose en las circunstancias previas al momento del posible asalto. Por supuesto se necesitan una pruebas de laboratorio de índole toxicológico, que es lo que muchas veces no se realiza limitándose a un análisis de sangre sin pensar en que pueda darse la existencia de burundanga en el paciente. Es muy importante saber que puede ser motivo de algunas enfermedades de índole mental: en 1988 dos pacientes fueron diagnosticados con una intoxicación por escopolamina y fueron tratados en el departamento de psiquiatría, con una aguda psicosis paranoide y alucinatoria, y fue lo que llevó a que se informase de casos similares en todo el país que fueron demostrados por los resultados en toxicología.
Cómo se lleva a cabo el tratamiento
En caso de duda sobre si ha sido intoxicado con esta sustancia, hay que acudir inmediatamente al hospital, ya que como hemos comentado antes se metaboliza muy rápido y en el caso de asalto de índole sexual es muy importante disponer de las pruebas necesarias que solo pueden conseguirse mediante un examen médico y los análisis pertinentes.
Es recomendable acolchar la cama para evitar posibles lesiones, además de disponer el cuarto a media luz para evitar hasta donde sea posible los estímulos. Se suele realizar también un lavado gástrico para que disminuya la absorción de la sustancia si se ha ingerido de forma oral. En caso de delirio o coma, es causa de haber ingerido una alta dosis del tóxico para lo que se dispone de Antilirium que corrige los efectos tanto centrales como periféricos de la escopolamina. También el Diazepam es el más utilizado en estos casos para controlar las convulsiones y producir cierta sedación. Otra recomendación es ampliar la ingesta de vitamina C que ayuda a la rápida metabolización para que la sustancia desaparezca cuanto antes del organismo.
La medicina sin embargo utiliza la escopolamina en algunos casos como tratamiento para algunas enfermedades, y se puede resumir su uso terapéutico en 3 fundamentales, además de su uso ya desparecido en partos, pero siempre en cantidades muy pequeñas:
• Para prevenir el mareo, náuseas, colitis y vómitos que han podido ser provocados por ejemplo por diversos medios de locomoción.
• Antiparkinsoniano por su acción sedante y sobre el sistema nervioso central (actúa como antiespasmódico y analgésico local).
• Para dilatación de las pupilas en exámenes oculares.
¿Cómo la usan los delincuentes?
Las víctimas más frecuentes en la intoxicación por burundanga o escopolamina suelen ser las mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, y los violadores pueden actuar de diferentes maneras para dar lugar a la narcotización: lo más común suele ser intoxicar al sujeto mediante la ingesta de la droga sobre todo diluida en bebidas (ya sea un café, una copa en un local, o incluso agua) y en ciertos alimentos, como dulces, ya que la escopolamina no tiene un sabor ni olor característico.
La otra forma de intoxicación es por inhalación, y puede ser desde un ofrecimiento de un cigarro, o entregando un papel impregnado en la sustancia…cualquier método es bueno si consiguen que penetre en el organismo de la víctima. Momentos después, perderá la conciencia y la voluntad y quedará a merced del delincuente.
Pero no se está utilizando únicamente con el fin de abuso sexual, aunque en España de momento es el que más conocemos, pero en Centro América su uso no está tan restringido y sirve igual para una violación como para robar a un turista cuando se monta en un taxi. También en algunos países se está utilizando con la finalidad del secuestro y poder sacarle jugosos beneficios. Hay que tener en cuenta que bajo los efectos de esta droga, pueden llevarle a uno paseando tranquilamente hasta el cajero automático o cualquier otro lugar.
En resumen, una droga de actualidad a tener muy en cuenta por las autoridades y por la población en general, sobre todo ese segmento formado por mujeres jóvenes ya que los ataques en nuestro país parecen estar restringidos, al menos por el momento, a ataques de índole sexual.
Precisamente por eso, en caso de la menor señal o sospecha de haber sido drogada con esta sustancia, de no recordar nada, ya sea con un extraño o con un medio conocido, es totalmente necesario que se realicen las pruebas pertinentes lo antes posible informando de ello sal personal médico al que se acuda, y ofreciendo el máximo detalle posible sobre las circunstancias en las que nos encontrábamos antes del terrible hecho. Nunca se sabe lo que ha podido ocurrir mientras nuestra conciencia se encontraba “vagando” por las sombras y nuestro cuerpo a merced de un desaprensivo. Estas plantas y flores entrañan algo más que belleza entre sus pétalos.
Precauciones para evitar ser intoxicado
• Evite hablar con desconocidos en locales de copas, bares, discotecas…o que le inviten a cualquier tipo de bebida alcohólica.
• Evitar también dejar comida y/o bebida fuera de la vista que pueda ser susceptible de envenenamiento.
• No acercarse a la cara ningún pañuelo o trozo de papel (con una dirección apuntada, por ejemplo) que le ofrezcan por la calle.
• No aceptar cigarrillos de desconocidos.
• No leer en sitios públicos material que no sea de uno mismo, ya que nunca se sabe quién puede estar esperando a una futura víctima