Asier Etxeandia

Fecha: 19 de julio de 2013 – Actualizado: 9 de marzo de 2023
Hace unos meses recibí un sms de un grandísimo músico y amigo que conocí durante su etapa de bajista con la incombustible Mercedes Ferrer, Enrico Bárbaro. “Teo… ven a ver el intérprete en el Teatro La Latina … te va a gustar, es pura música y Asier está que se sale”. Pensé que era una invitación de las muchas que recibes en Facebook sobre ven, pincha aquí, di que te gusta…etc, etc …
Aunque tratándose de Enrico, que es uno de los músicos más completos y meticulosos que conozco, no podía dejar de sentir curiosidad. Al final fui….
Asier Etxeandia
Por Teo Cardalda. Fotos cortesía de www.elinterprete.es
El intérprete “es apabullante, es la historia musical y cabaretera de un niño de Bilbao hecho grande que juega por las noches a actuar ante sus amigos imaginarios : el público, un repaso de confesiones, un desnudo artístico integral que te hace sentir cómplice desde el primer momento en que empieza la obra y que te hace levantarte de la silla y sentir todo menos que estás en un teatro se supone que sentado y en posición respetuosa.
El intérprete “es la obra musical más apabullante que he visto en muchos años, empezó los viernes en hora golfa en el teatro La Latina y ya de entrada el día 20 de julio se celebrará una sesión especial en el Teatro Price y después se irá de gira por España. Me imagino que tratándose de una obra de tanta calidad en donde la única clave ha sido el boca a boca, llegará a casi todos los rincones de nuestro país para convertir al público en amigos imaginarios de este monstruo escénico que es Asier.
Asier, que esta semana cumple 38 años, es hijo único. Según dice … su madre tenía un montón de líos en la cabeza y su padre “no paraba en casa”.
ASIER: -“Con quien estaba todo el día era con mi abuela, que vivió con nosotros hasta que murió, cuando yo tenía 12 años”, Teníamos una relación brutal. Estaba sorda y ciega, por la diabetes, pero era quien me cuidaba y quien mejor me entendía”.
Mi padre fue campeón de España de kárate , jefe de bingo y agente inmobiliario. También vendió enciclopedias. Y mi madre trabajó en El Corte Inglés hasta que mi padre le obligó a no volver a trabajar”.
“Yo era un “friki”, era larguirucho, rubio, parecía una niña. Tenía gafas de culo de vaso, cuatro y pico diotrías. Me vestía mi madre, era un cuadro. Ella tenía un poco de obsesión conmigo, hasta niveles que no me ayudaron mucho en el colegio. Por ejemplo: me compraba un modelito para ir a la boda de mis tíos, con pajarita y pantalón corto amarillo, y luego me lo estaba poniendo durante meses para ir a los jesuitas. Tú imagínate. Todos los niños se reían de mi y estaba todo el día solo. Supongo que debía de tener una pluma bastante gorda de pequeño. No jugaba al fútbol, y con esa pinta, todo el día hablando con seres imaginarios. Todos los días tenía cinco niños esperándome fuera para darme de hostias. Me acompañaban dándome collejas hasta mi casa. El colegio fue una pesadilla. Lo pasé fatal”.
Entonces, a los 18 años Asier decide no estudiar más y se mete en la escuela de teatro de Bizkaia según él, la mejor decisión de su vida.
A- “Mi vida dio un giro. Conocí a unos amigos y amigas que me dieron un vuelco. Me pusieron un espejo delante. Y al año siguiente comprendí que tenía que meterme a tope en las clases y pagarlas como fuera”.
Asier se fue a vivir a una casa okupa en un antiguo cuartel militar de Getxo.
“Empecé a vivir a mi manera, a hacer teatro de calle, a pasar la gorra, a vivir el mundo bohemio. Era feliz. Cantaba en una orquesta de verbenas y hacía algún trabajo de modelo. Con eso, más alguna ayudita de mi tía Clara de vez en cuando, me pagaba la escuela. Pero podía estar una semana casi sin comer cuando no había dinero. Lo recuerdo como la época más feliz de mi vida.
Tocaba con sus grupos de música y hacía trabajos en teatro, hasta que un día apareció el boom de la televisión. las cadenas exprimían el filón de las series de ficción para adolescentes. Un trampolín a la fama y al dinero para una generación de actores jóvenes. En el caso de Asier, el personaje se llamó Beni, un atormentado alumno con rastas en la escuela de baile de un paso adelante.
A-“Yo no tenía ninguna intención de venir a Madrid todos los que terminaban la escuela y se venían volvían escaldados. Pero me salió el casting y vine. Me cogieron, y tuve la terrible experiencia de Un paso adelante. Nos hacían currar 13 ó 14 horas diarias, había un descontrol brutal. Fue un desencanto absoluto.
Cobraba 4.000 o 5.000 euros, que no los he vuelto a ganar, pero no tenía ni tiempo para gastarlos. Trabajando en la serie, llegué a dormir en la calle. No podía ni buscar una casa. Un día me encontré con que no tenía dónde pasar la noche y dormí en un banco de Ópera. Y allí me vino a recoger el coche que nos llevaba al rodaje. Comprendí que no quería participar en eso. Si esto es lo que hay, me voy. Me decían que si no lo hacía yo, lo haría otro niñato. Yo les dije que llamaran a otro niñato y me volví a Bilbao”.
Aquí comienza una depresión brutal, Asier esta durante dos años hecho polvo.
A- “Estuve dos años empastillado, pero la vuelta a casa duró poco. Al año y medio de regresar le llamaron para hacer una prueba en Madrid que, esta vez sí, le abriría las puertas a uno de los papeles de su vida: el maestro de ceremonias del musical Cabaret. Aquello fue “un sueño realizado”. Y hay un recuerdo que guarda con especial orgullo: la primera vez que acudió a verle su madre.”
A partir de ahí es cuando es cuando yo comienzo a saber de Asier , …uyyy el tío que hace Cabaret, el vasco, ese Asier… efectivamente un monstruo escénico que va a dar mucho que hablar en los próximos meses, acordaros .
No sabes lo que agradezco a Enrico el sms de “ven a ver El intérprete” vamos a ser este año muchos, muchísimos los amigos imaginarios de Asier Etcheandia.