CUESTA DE PATAS

Fecha: 23 de mayo de 2016
Ubicado en Campillo de Altobuey, en la comarca conquense de la Manchuela, este hotel rural se autodefine como un Club Ecológico cuya máxima es hacer sentir en casa a sus huéspedes recargándoles de energía vital y haciéndoles partícipes de una experiencia 100% natural.
Cuesta de Patas, es el lugar perfecto para escapar el fin de semana y disfrutar de sus preciosos jardines, de sus tres hectáreas de huerta ecológica, de su granja de animales criados en libertad, de su piscina climatizada, de su spa y de una gastronomía local de kilómetro cero
Mucho más que un hotel 100% ecológico
Fotos y texto cedidos por Acción y Comunicación
“Un proyecto vital”. Así definen Juan Vila y su mujer Mari Carmen Martínez Cuesta de Patas. Un lugar rodeado de naturaleza y alejado del bullicio de la ciudad, ubicado en Campillo de Altobuey, en la comarca de la Manchuela, en Cuenca. Pero, concebido como una experiencia completa, Cuesta de Patas es mucho más que un hotel rural: es un Club Ecológico donde sus propietarios buscan, además de que sus huéspedes se sientan como en casa, hacerles partícipes de una forma de vida 100% ecológica.
Una máxima que ponen en práctica sus artífices que hace ya 16 años decidieron dejar la ajetreada vida en la ciudad para dedicarse a lo que más les gustaba: el campo y la naturaleza. Así, Juan -quien fuera cofundador y vicepresidente de Meta 4, una empresa que revolucionó con su software la gestión de la nómina y los recursos humanos-, y Mari Carmen -técnico de administración de empresas e interiorista-, eligieron como hogar una finca de 10 hectáreas en su pueblo natal. Desde cero, el matrimonio cultivó un huerto, puso en marcha una granja y construyó un edificio que fue su residencia hasta 2011. En este año y fruto de su hospitalidad, decidieron abrir las puertas de su casa y compartir el lujo natural que habían creado con el firme objetivo de concienciar y dar de comer ecológico a cuanta más gente mejor y generar así una demanda de productos ecológicos en la ciudad que permita revitalizar la economía del pequeño productor ecológico y contribuya a limpiar los campos de Castilla La Mancha.
UNA EXPERIENCIA EN SÍ MISMA
Escaparse un fin de semana a este Club Ecológico, situado a tan sólo dos horas de Madrid y una de Valencia, es una experiencia en sí misma. Compuesta por una granja, una enorme huerta, un granero, colmenas y varios jardines donde siempre hay flores (rosas, tulipanes, peonías, lirios…) y donde sólo se escucha el sonido de los pájaros, “en Cuesta de Patas hay tantos espacios que este lugar se adapta a las necesidades de todo tipo de viajeros”.
Los que buscan soledad tienen la posibilidad de pasear y respirar el aire puro de la finca, los que quieren un fin de semana romántico tienen la posibilidad de perderse en la finca o reservar una cena en intimidad y los que viajando quieren conocer gente, aquí se comparten muchos momentos (sobre todo alrededor de la mesa). Los más activos cuentan con rutas guiadas a las hoces del río Cabriel, excursiones en bicicleta, multitud de senderos o paseos por el pueblo, excursiones que organiza el propio Juan. También los que buscan redescubrir los sabores y los platos de tradición pueden hacerlo en Cuesta de Patas. Mari Carmen, además de estar al frente de la huerta y la granja, es la encargada de cocinar en el Club y cada día prepara un menú a base de los productos que se crían y se cultivan aquí. Un menú que va cambiando según lo que se haya recogido. Elabora desde quesos, yogur, mermeladas, compotas y embutidos eco, hasta platos como albóndigas, chuletillas a la brasa y todo tipo de guisos.
LA DESPENSA BIO DE CASA DE PATAS
Una propuesta gastronómica que se nutre de la despensa bio de Casa de Patas en la que conviven más de cien especies. Aquí lo que se cría y se cultiva está 100% exento de productos químicos. A pesar de contar con un menor rendimiento de la tierra y una menos producción, Mari Carmen siembra y recoge en su huerta de tres hectáreas siguiendo el calendario biodinámico y utiliza para la tierra un compost natural que elabora año tras año. Los insectos, como las mariquitas o las abejas (para las que ha creado cinco colmenas), hacen el resto. Además, esta despensa tiene también el objetivo de conservar y preservar variedades autóctonas, convirtiendo a Mari Carmen en una auténtica ‘guardiana de semillas’. Así en el huerto ecológico de Cuesta de Patas se puede encontrar, por ejemplo, un azafrán único de la zona. Y en la granja se practica esa misma filosofía. Alimentados también de los productos ecológicos que se recogen en el huerto, tanto los cerdos, las cabras y las ovejas como las gallinas son criados en libertad.
LUJO NATURAL PLANTA A PLANTA
La casona de altos techos y estancias amplias cuenta en la primera planta con cinco habitaciones dobles y una suite de 70 m² dotada de vestidor y grandes ventanales con vistas al pueblo y los jardines. En línea con su filosofía que aboga por el descanso, el relax y la desconexión del ritmo frenético y la rutina todas las habitaciones carecen de televisión y tienen un hilo musical adaptado a cada momento del día. Cada estancia tiene una decoración distinta y cuentan con elementos ornamentales únicos como algunos muebles japoneses que la anfitriona se ha encargado de restaurar y elementos traídos de algunos de sus viajes como baúles de Marruecos y alfombras de la India.
La planta principal alberga la zona social que se compone de una gran cocina, un amplio comedor donde coinciden todos los huéspedes en las comidas y cenas, un salón con chimenea y terraza para salir en los días soleados y una pequeña tienda donde Mari Carmen vende una selección de productos ecológicos de su huerto y algunos objetos que su hija trae de sus viajes por el mundo.
Y debajo de esta planta, con unas estupendas vistas al pueblo, Cuesta de Patas esconde su piscina climatizada que se abre al exterior con la llegada del verano, una sauna y baño turco, su sala de cine con chimenea donde cuentan con un proyector para disfrutar en grupo de su selección de películas, conciertos y documentales. Una estancia que cuenta con un pequeño bar donde disfrutar de las copas de la noche pausadamente. En esta planta está también la bodega, en la que se pueden encontrar algunas joyas de añadas antiguas, y el comedor de verano donde la propietaria prepara paellas o carnes a la lumbre.
En definitiva, Casa de Patas es el sueño cumplido de Juan y Mari Carmen, un lugar en el que reencontrarse con la naturaleza sin renunciar a ningún tipo de comodidad.
DATOS ÚTILES
Precio habitación doble: 115 €/noche incluye desayuno, sauna, piscina y actividades.
Precio comida/cena: 25 € sin bebida.
Dirección: Ctra. de Paracuellos, km 0,5 Campillo de Altobuey, 16210 Cuenca.
Teléfono: 609 10 87 63.
Web: www.cuestadepatas.es.
Horario: abierto todos los días desde el 1 de junio al 30 de septiembre. Cerrado del 15 de diciembre al 15 de marzo. Resto del año abierto fines de semana y festivos y bajo petición de grupos entre semana.
No se admiten mascotas ni menores de 14 años.